miércoles, 18 de julio de 2007

ALGUNAS VERDADES SOBRE LA EQUIDAD DE GENERO

 
Educación y Género
Por Gerardo Soto Solano


         “Entonces dijo Dios:hagamos al ser humano a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, …varón y hembra los creó.” Génesis 1:27-27.



       ¡Cambia, todo cambia!, lo afirmaba Heráclito, filósofo presocrático: “nadie se baña en el mismo río dos veces”. Seguimos sufriendo del síndrome de transformación paradigmática, ahora con el curso de “educación y equidad de género[1]”. ¡Que irresponsable el sistema educativo!, aún el universitario, no nos hablaron, ni pizca, de este tema, esencial a tomar en cuenta, para nuestra visión y acción profesional. Este trabajo pretende esgrimir algunas intuiciones (por ser un tema tan diverso, amplio, y lleno de aristas), aspectos sobresalientes y esenciales,  como un esfuerzo incómodo, para re-entender la libertad, la autonomía, la cultura, los valores, las conductas, la organización social, las aspiraciones y deseos, los errores, las pasiones y todo aquello que forma parte e incide en las personas y las sociedades; desde una perspectiva y enfoque de equidad de género-educación, con la finalidad de dar explicaciones diversas de éste “multiuniverso”, y  aspirar, en parte, a visualizar lo que hoy en día somos y podríamos llegar a ser como personas, individuos, comunidad, sociedad, cultura y naturaleza.
Sin duda el siglo recién pasado será recordado como el siglo de la libertad, como el siglo de cambios, y sin duda la primera mitad de este siglo XXI constatará que cualquier concepto que suene a límites y censura será  considerado como negativo, mientras lo que hable de libertad, derechos, independencia, autosuficiencia, tolerancia, autonomía, diálogo, conversación, vida, armonía, amor y paz tendrá preponderancia.
 
La mujer de este siglo: Un precio de sangre, valor y dolor
       El siglo XX se destaca por ser el siglo de la libertad, y sin equivocación, también destaca de manera especial la figura de la mujer. Hemos tomado conciencia que cuando se afecta o cambia cualquier aspecto de la vida y la sociedad nos afecta a todos, y si afectan a la mujer, la sociedad también es afectada sensiblemente. Hoy se reconoce, notoriamente, la importante participación de la mujer, especialmente su inserción histórica en todos los ámbitos y su aporte pasado y actual a la humanidad. Nadie, en éste escenario, cuestiona los logros alcanzados gracias al reconocimiento mundial y nacional: cuentan con el derecho a la educación, igualdad ante la ley,  al trabajo y sus garantías, a elegir a sus propios gobernantes y ser electas (con cuotas mínimas) donde ya muchos de los puestos de gobierno son ocupados por mujeres sobresalientes, el derecho a expresarse libremente y sin ataduras en cualquier campo, a ser  escuchadas por la sociedad, a gobernar sobre aspectos de su cuerpo y sexualidad, a su favor hay leyes que le garantizan su seguridad sexual contra jefes o compañer@s inescrupulos@s[2].
        Al igual que en muchas luchas por la justicia y la verdad, inevitablemente, se ha tenido que pagar un precio de sangre, y en estas luchas sobresale la figura de Olimpia de Gouges quien en 1791 se atrevió a publicar la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, que era, de hecho, un calco de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea Nacional en agosto de 1789, acción que le valió, no solo el vituperio social, sino también la muerte por decapitación. Pero el caso de Olimpia solo es una muestra de todo el sufrimiento y la discriminación, que vergonzosamente ha permanecido en la historia de la humanidad, y sigue reinando hoy en día en muchas sociedades y países del orbe. Por ello es impostergable desmantelar la cultura y los valores patriarcales hacia una nueva visión neomatrística.


¡¿El macho es el culpable!?, No encuentro otra explicación

       Avancemos en el contexto de lo social y la cultura al entender y descubrir la complejidad en la relación hombre-mujer o de género, que históricamente, sitúa a la mujer en una terrible desventaja, esta ha sufrido y sufre las desigualdades de las sociedades patriarcales, establecidas y basadas en la competencia, la exclusión, la dominación y la sumisión como formas esenciales de relación social. Históricamente el hombre se apropia de la  verdad, la realidad y la riqueza, despojando a la otra mitad del género, convirtiéndose en el centro y foco de la vida familiar, social y natural; todo pasa a ser de su propiedad, lamentablemente la mujer pierde su autonomía y también se convierte en un objeto más de su propiedad. Desde entonces el hombre establece su modelo dominador, caracterizado por lo que podemos llamar el inconsciente colectivo[3] sádico-andrógeno;  peor aún, se manifiesta en  la mujer el sometimiento a un esquema y sistema sumiso-masoquista que la esclaviza ideológicamente, y acepta como natural la seudo afirmación de inferioridad (aún biológica), la exclusión, la sumisión, la desigualdad, la discriminación, la subordinación, la explotación, la justificación de la violencia. Eisler[4] afirma: “… como ya señalamos, las propias mujeres a veces perpetúan estereotipos dominadores de masculinidad, mientras al mismo tiempo condenan como antifemeninas a mujeres bastante asertivas y activas…”. Repasemos algunos puntos vitales producto del dominio del macho.

  1. La mujer considerada inferior al hombre[5]: históricamente en las sociedades patriarcales la mujer fue considerada como inferior al hombre, con menor inteligencia y con menos dignidad.
  2. La mujer se consideraba propiedad de los hombres como su ganado, sus tierras. Se le permitía al hombre disponer de ellas como quisiera, inclusive hasta maltratarlas igual y peor que un animal.
  3. Sociedades radicalmente machistas. Sociedad construida para el dominio de los hombres sobre las mujeres, donde estas estaban excluidas de los mismos derechos que el hombre, de la educación, de la vida económica independiente, de garantías sociales y económicas, de garantías electorales, del derecho al trabajo en iguales condiciones que los hombres, aún de los mismos derechos religiosos[6].
  4. Instauración histórica de un lenguaje exclusivo y perverso. Característico de nuestras sociedades patriarcales donde el lenguaje discrimina radicalmente lo femenino, y donde este mismo es una herramienta para la burla de todo lo que suene o esté relacionado con valores supuestamente femeninos.
  5. Transmisión, enseñanza y reafirmación continúa del modelo de supremacía masculina y de dominación. Genera el mantenimiento de la androcracia y el androcentrismo, además del control de la clase socialmente dominante (ricos y dueños) sobre los pobres y oprimidos. Boff y Murano[7], hablando de la fabricación del inconsciente, tanto del opresor como del oprimido, manifiestan las características de la clase dominante: “Autoritarismo, centralización, manipulación de la instituciones a su favor desde la iglesia hasta el sistema económico, la resistencia al cambio, la visión circular y exclusiva de clase. Mientras para el oprimido (inconscientemente sumiso) acepta el hambre como natural, el fatalismo como destino divino, la pasividad sin posibilidad de cambiar el sufrimiento, el clientelismo, el machismo, la religiosidad popular.
  6. Jerarquización [8] como orden social[9] y divino. Modelo impregnado en la cultura.


Re-entender el cristianismo dejando atrás las concepciones dogmáticas androcentristas

       Como cristianos, meditamos sobre nuestras equivocaciones y malas interpretaciones,  sesgadas a favor de una cultura injusta y esencialmente patriarcal. Recordemos que más de mil millones de personas nos declaramos cristianos, especialmente los países de cultura occidental y de democracias liberales, donde éste es parte del fundamento de la sociedad, factor de vida social y sustrato de nuestros valores. Por ello es necesario verificar y comprender el papel que ha jugado el cristianismo en la conformación ideológica y cultural de lo que hoy pensamos y somos, sus dogmas y su papel para mantener la injusticia en una sociedad profundamente patriarcal y machista; éste cristianismo de la religión institucionalizada que no hace una interpretación fiel de las escrituras, y deja a las mujeres en un estado histórico de indefensión. Daré a continuación algunos ejemplos que desnudan tal situación.
       Hagámonos la primera pregunta: ¿Porque Jesucristo se apareció primeramente a las mujeres, justo después de la resurrección?, siempre me hice esa pregunta y hoy puedo dar una respuesta pertinente: “porque se ganaron el derecho”. Afirman los evangelios que todos sus discípulos (hombres) le traicionaron y se mantuvieron de lejos desde su arresto, pero las mujeres (sus discípulas y apóstolas, entre ellas María de Magdalia [10]) permanecieron a su lado tanto en los momentos más difíciles, como en todo su ministerio. ¿Cómo es posible que el mundo siga ocultado el papel esencial que la mujer tuvo en la vida de Jesús y en el nacimiento y desarrollo del cristianismo?. Queda clara  la manipulación, que la sociedad patriarcal, ha hecho de la historia; ésta manipulación  oculta, desdeña, minimiza y hasta vitupera a la mujer y su papel. Pero la verdad empieza a resplandecer y se manifiesta la verdadera mujer histórica.
       Otras de las historias más mal interpretadas, a conveniencia de la iglesia institucionalizada, es la referente a la mujer adultera, algunas tradiciones dicen que fue “María Magdalena”, ésta es encontrada en adulterio y traída a Jesús de Nazareth  por una multitud de hombres para ser apedreada, así lo sustentaba sus leyes mosaicas; pero Jesús en silencio, agachado, se limita en escribir sobre la tierra, y seguidamente les lanza una afirmación: “aquel que este libre de pecado lance la primera piedra, luego uno a uno de ellos se fueron marchando. Aquí Jesús critica una mala interpretación de las escrituras, la Toráh, cuando los hombres torciendo la Ley de Dios solo la aplicaban contra la mujer, cuando era la misma para ambos; en segundo lugar Jesús, al escribir en la tierra acusa a los hombres de ser unos impíos (para ese tiempo era una maldición), Jesús les recordó el  proverbio: “el nombre de los impíos está escrito en la tierra”, es decir que la sociedad de los hombres se había convertido en impía, injusta, discriminatoria, y sin escrúpulos;  en tercer lugar Jesús de Nazareth  establece la importancia y preeminencia del amor, que da oportunidades, que perdona, que restaura, que se solidariza.
      Jesús quería dejar establecido la igualdad de género: “La conversación con la mujer en el pozo” en esa época no se podía concebir que un hombre hablara con una mujer y menos con samaritanas, luego Pablo, uno de los discípulos creados y enseñados en todo el contexto judío es capaz de declarar en una de sus cartas “… ya no hay ni hombre, ni mujer…” haciendo referencia a la igualdad para realizar el culto y ejercer los ministerios.
       Por una mala interpretación de las escrituras (androcentristas) y por ser tolerante con la injustita, el cristianismo institucionalizado es cuestionado y puesto en crisis, y está lejos de aceptar los nuevos modelos propuestos sobre la autonomía sexual y la equidad de género y la educación.  Eisler[11] hace una salvedad: “…en el cristianismo y en la mayoría de las otras religiones, bajo las capas de mitos y enseñanzas dominadoras, hay un importante núcleo solidario”.
      Maturana[12] habla del Jesús malinterpretado, a quién hay que reinterpretar y visualizar como un  precursor para recuperar la sociedad matrística y la armonía con la naturaleza, dice en la entrevista:
“…pero Jesús es un intento, no explícito, no dicho así, de volver a la confianza en el mundo natural, matrístico. Jesús tiene muchos rasgos matrísticos en su relato. Jesús en verdad yo diría, es prácticamente un intento de recuperar las dimensiones matrísticas. Él habla, por ejemplo, del Reino de Dios, todo su discurso sobre el Reino de Dios es un discurso ecológico, no con nuestro hablar ecológico, pero habla de las coherencias, del mundo natural, donde los pájaros no tienen que trabajar, las flores se visten naturalmente de bellos colores y como uno tiene que tener confianza en el Reino de Dios, por la armonía del Reino de Dios. Ese es un discurso que tiene que ver con una visión matrística del mundo natural. Jesús hace una cosa muy interesante, y es la siguiente: dejemos de lado por un momento nuestras creencias sobre la divinidad y pensémoslo como un maestro espiritual….El ve el sufrimiento humano centrado esencialmente en el apego. En ese sentido, su visión básica es parecida a la visión budista y a la visión de las muchas religiones orientales antiguas. Su prédica es precisamente eso, la búsqueda del desapego, pero su práctica para el desapego es el amor…”
       Por tanto, debemos esforzarnos, para abolir y resolver ésta incomoda situación de discriminación que hoy sufre la mujer, debe quedar claro que el culto no debe temer al diálogo y la conversación.





Dialogo y conversación para el empoderamiento

       Cambia todo cambia, pero este cambio debe de ser de la conciencia[13] para superar lo que Eisler llama:”el trance dominador”, sin violencia, sin irrespeto, sin competencia, pero sí, de manera vehemente y clara; así pues, aquí es donde el diálogo y la conversación pueden crecer: en los foros sociales, laborales y políticos, además entre personas, sin distingos de identidad.
      De la conversación y el diálogo surge como estrategia el empoderamiento que abre el camino a la “revolución de la conciencia”, que sin percatarse, desde el inicio de los movimientos feministas fue un bastión como primer paso para la toma de conciencia social y empoderamiento desde la perspectiva de equidad de género: conocer la fenómenología y transmitir ese conocimiento (conocimiento-información-comunicación-lenguajeo), de tal forma que la personas puedan empoderarse y empoderar a otr@s.
       Pero para empoderarse fue y es necesario entender la situación de las sociedades, verificar y teorizar las causas de la injusticia, desmantelar una a una la base conceptual y pragmática sobre la que se asentaba la discriminación y la violencia, fue necesario profundizar en las causas históricas, biológicas, sociológicas y psicológicas que afirmaban tal sistema como normal[14].
      Hoy en día, gracias al diálogo y la conversación que empodera a la personas y sus sociedades,  se inicia el desmantelamiento del patriarcado hacia una sociedad matrística  y gilánica, donde, en lo individual y social toda persona se hace conciente e interioriza los nuevos avances y la aprobación de leyes a favor de la equidad de género, la represión legal contra los infractores a estas leyes y los foros contribuyen a hacer patente la necesidad de la revolución y el cambio. También dentro de este tema, Cecilia Díaz[15] señala que entre las transformaciones suscitadas por las mujeres se puede citar: “Desarrollo en las mujeres y en los hombres de una conciencia reparadora de daños,  privaciones, de enfrentamiento de brechas, dominios y carencias”

      El fenómeno de empoderamiento es vital en este caso, ya que en lo social, no basta con la aprobación de leyes, ni el uso legal de medios represivos bastan para que se produzca la justicia en la equidad de género y el cese de la violencia, si no que son necesarios medios educativos que cambien el contexto cultural, que destruyan ciertos estereotipos discriminatorios y las relaciones distorsionadas de poder que condicionan la vida social, política, económica y religiosa(espiritual), es decir una dimensión educativa que produzca un cambio entre la cultura patriarcal hacia la cultura matrística y gilánica.  Me atrevería a ir un poco allá, y proponer la importancia que tiene el proceso de empoderamiento de que hablamos, referente a las teorías de los campos morfogenicos[16] y del inconsciente colectivo, que coadyuvan y  propician cambios a nivel global.

Autonomía y derecho inalienable de nuestra identidad
      Un gran reto se cierne sobre las personas que nos empoderamos sobre la realidad de la equidad de género, cuando constatamos que realmente el más grande sufrimiento de un ser humano puede darse cuando no se les respeta como tal, cuando no defendemos su derecho a elegir y ser libre, cuando le robamos su libertad al no ser concientes de la realidad cultural, cuando no insistimos en la igualdad en la educación para tod@s. Es necesario que las personas aprendan a apreciar al ser humano por su condición social, política, económica, étnica, ideológica, laboral, profesional, psicológica e individual. Por desgracia, el sistema patriarcal, en la mayoría de las sociedades, sustenta la violencia contra la mujer, por tanto las siguientes son mentalidades que podemos erradicar y cuestionar desde los ámbitos de las ideas y la justicia.

  1. La persona como objeto de propiedad. Lamentablemente justificada en la historia por la cultura androcentrista y patriarcal. La persona (mujer, esclavo) se convierte en un objeto y por tanto se justifica su explotación (esclavitud, acoso, vida) y discriminación (maltrato y exclusión).
  2.  Irrespeto y pérdida de mi identidad. Me roban lo que soy, mi realidad, mi potencialidad, mi derecho a manifestarme como una persona única. Mi rostro es una máscara labrada según el deseo de otros, y mi sufrimiento puede ser tan inmenso, que aún desee perder absolutamente mi identidad que es la muerte misma.
  3. Pérdida de mi autonomía. No puedo decidir, me roban el derecho a ser persona, a sentir, me reducen al punto de ser una esclava del sistema. Se me ha negado empoderase para ser el sujeto principal y soberano de mi vida y de mi propio desarrollo.
  4. Pérdida de mi libertad para elegir. Me roban la libertad para decidir sobre mi vida, sobre mi cuerpo, sobre mi sexualidad, sobre mis deseos y aspiraciones.




         


Desmantelando el patriarcado hacia una sociedad neomatrística y con valores gilánicos
Hay tres elementos, entre muchos, que sobresalen y coadyuvaron al inicio del fin de miles de años del dominio androcentrista y patriarcal en el mundo, y ayudan también, a la transformación e inserción en las sociedades de elementos, cada vez más significativos, que caracterizan un rumbo hacia modelos matrísticos: 1) El nacimiento de las democracias liberales, 2) La definición de los Estados o países con lapsos amplios de tiempos de paz[17], 3) La revolución de la información y las comunicaciones.
       Es increíble, pero la democracia se ha convertido en un valor del nuevo paradigma y abre el camino para que la voz de la injusticia, la voz de las minorías, la voz de los débiles se amplifique hasta que la verdad se manifiesta por su propio peso. La democracia ha proveído el ambiente necesario para la educación, para la discusión, para el respeto a la libertad, para la ampliación de los ámbitos de tolerancia, para la manifestación de la justicia y la solidaridad, para el empoderamiento, y difícilmente sin ella estuviéramos viviendo tiempos de paz. En segundo lugar, la paz construye y la humanidad crece en todos los ámbitos, y según Eisler fue y es el fundamento para el desarrollo de una cultura gilánica proporcionando una ambiente de armonía. En tercer lugar el crecimiento tecnológico para el manejo de la información y de las comunicaciones han propiciado significativamente la conversación y el diálogo, la educación, las propagación de ideas que tienen que ver sobre la verdades de la humanidad y entre ellas las verdades sobre la equidad de género, también el cambios en los valores y la promulgación de las teorías sobre transformación cultural.  Eisler dice:

“Utilizando las nuevas herramientas analíticas proporcionadas por la teoría de la transformación cultural, ahora podemos ver de qué manera la réplica de ideas como igualdad y libertad llevó gradualmente a formular nuevas maneras de contemplar el mundo. Actuando como "atractores", tales ideas gilánicas sirvieron de núcleos para la formación de nuevos sistemas de creencias, o ideologías, los cuales se diseminaron paulatinamente a través del sistema social y, al menos en parte, reemplazaron al paradigma androcrático. Poco a poco, estas ideologías desafiaron a un mundo piramidal gobernado desde su cumbre misma por un Dios masculino, estando los hombres, las mujeres, los niños y finalmente el resto de la naturaleza en un orden descendente de dominación”.
      Como recordamos, la cultura patriarcal se desarrolló en la historia,  como apropiación (privatización) de recursos y bienes comunes, como poder para dominar e imponer, y como jerarquía y autoridad negando al otro por medio de argumentos racionales, abstractos o transcendentes; por ello los valores en las sociedades androcráticas tienen que ver con Dominio, Rentabilidad, Eficacia, Eficiencia, Productividad, Competencia, Conquista, Mando, Agresividad, Control, Progreso, Confort, Consumo, Individualismo, Linealidad, Precisión, Ganas-Pierdes, y otros. Pero ahora se abre la oportunidad de fundar culturas matrísticas, donde la solidaridad, la compasión, la promoción de la vida, la cooperación, el cuidado, la autorrealización, el sentir, la confianza, el respeto mutuo, la tolerancia, la autonomía, autoorganización, ecologismo, la libertad, la armonía, el amor, participación, democracia, la dignidad humana, igualdad, sostenibilidad, justicia Social, respeto, honestidad, fidelidad, sacrificio, lealtad, servicio, pureza, bondad, piedad, desinterés, serenidad, y otros marcaran la sociabilidad de las nuevas generaciones. Todos estos valores proveen al contexto educativo de la posibilidad de transformar la cultura y cambiar el endurecimiento de ciertos estereotipos discriminatorios, su invisibilidad y su protagonismo y las relaciones de poder distorsionadas que condicionan la vida social, política y económica contra las mujeres.
       La instauración de sociedades matrísticas es siempre propicia, así lo confirma Maturana[18]: “Ciertamente, las madres conservan la cultura, pero conservan las dos culturas: conservan la cultura matrística en la relación materno-infantil y la cultura patriarcal en la vida adulta, en la cual ellas también tienen de alguna manera que participar y esos aspectos matrísticos se conservan Y las madres logran proteger a sus hijos de la continua penetración de la cultura patriarcal, esa cultura matrística está allí”.

      Por último, Boff y Murano[19], esquemáticamente, nos muestran como el sistema patriarcal afirma la diferencia entre masculino y femenino (cuadro 3) desarrollándolo con la ayuda de una educación mediatizada; además la incompatibilidad sexual de hombres y mujeres desde la cultura (cuadro 2).


Elementos que obstaculizan la justicia de género.


         Ampliación: Los mayores problemas, de los bandos que se manifiestan en cuestiones que tienen que ver con el género, refieren no solo a sus posiciones antagonistas sino a los medios que usan para ejercer sus influencias como las apelaciones y actividades que realizan ante la sociedad. Es necesario revisar algunas proposiciones que obstaculizan la inclusión social de políticas y leyes que garanticen la justicia para todos los seres humanos.

1.       Existen, aristas de un una misma fenomenología: una lucha encarnizada entre dos tipos de feminismo: el feminismo de equidad y el feminismo de género[20], partición que se volvió mucho más evidente después de la IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en septiembre de 1995 en Pekín. Pero también existe una crítica de otros sectores religiosos, profesionales y filosóficos, que seria interesante desglosar. La mayoría de los fundamentos que diferencias estas posiciones antagonistas se manifiestan en la interpretación de los conceptos de identidad de género y rol de género desde las ciencias sociales.  Es importante que en muchos países, las dos posiciones luchen sinérgica mente en aquellos aspectos en los cuales concuerdan y que tienen que ver con la equidad.

2.       Otro obstáculo es la posición naturalista sostenida especialmente por sociedades altamente religiosas, en la cuales la interpretación de la identidad de Género, desde la cultura es contra natura: Desde el punto de vista del Naturalismo[21] se afirma y sostiene que la identidad de género, es exclusivamente una fenomenología biológica bipolar por tanto se da masculino-femenino, hombre-mujer, macho-hembra. La posición naturalista debe entender que el fenómeno de la identidad de género no se puede esconder detrás de fanatismos dogmáticos, si no que esta se manifiesta como una realidad que debe ser atendida por la sociedad civil.

3.       Posiciones dogmáticas atentan contra la justicia de género. Cada posición debe revisar cómo se manifiesta o apela en una sociedad. Las actividades y manifestaciones, especialmente de los líderes, podrían ser más significativas, si se hacen sobre la base de sus propuestas esenciales, sin distorsionar las verdades de fondo de la contraparte o para su conveniencia. Esto es muy nociva para la sociedad, en tanto que nadie es dueño de la verdad, y seguramente sucede que la verdad y la equivocación se encuentran en ambos bandos.

4.       Las posiciones sobre equidad de género deben  respetar elementos culturales arraigados en las sociedades, no en el sentido de manifestarse o hacerse sentir, sino más bien en el sentido de que el diálogo y la conversación son las mejores armas para poner en relieve la injusticia, y la mejor arma para que la sociedad se empodere y cambie.

5.        Ningún cambio debe establecerse sobre la base de mentiras y verdades a medias. Ambas partes antagonistas han exagerado situaciones y malas interpretaciones de los que pasaría o pasa según sea el bando. Una de las dificultades más grandes es la exageración de cifras[22] y las apelaciones sentimentales. Todo cambio social y legal debe ser producto del diálogo y del máximo consenso sobre la base de las propuestas esenciales que tienen que ver con el reconocimiento de derechos inalienables.

6.       Contradicción en el respeto a la vida y la autonomía. Es sumamente importante, para el avance en políticas sobre equidad, el respeto inviolable a la vida humana. No se debe llevar extremo, lo que se ha llamado “la libertad de elegir”: no solo en cuanto identidad de género (que muchos las han llagado a dividir en más de 16) sino también la autonomía de elegir en cuanto  a la concepción. Un ser humano no es un producto, no es una cosa, no es un parásito, es una persona que debe respetarse como tal. Se ha criticado a la industria del aborto en sus excesos [23].

7.       Uno de los obstáculos más grandes en las sociedades con fuertes raíces religiosas, es que el homosexualismo y sus formas son considerados una patología, que como vimos en apartados anteriores, esto fue claramente cuestionado. Como un aspecto interesante a considerar, está la genuina posición bíblica, la cual afirma que el verdadero pecado de sodoma y gomorra fue el ocio.

8.       Posiciones radicales e intolerantes hacia otros. Hay corrientes dentro de los bandos con tendencias sumamente radicales y fundamentalistas, donde el diálogo y la conversación es solo un medio para lograr concesiones, y quienes se oponen a estas ideas son considerados extremistas, opresores de la mujer, intolerantes, retrogradas, y se esfuerzan para desprestigiar a organizaciones, personas e instituciones, sin hacerlo por medio de la demostración de argumentos.



Bibliografía y ayudas web




[1] Lagarde, Marcela. Género y Feminismo. Desarrollo humano y democracia. “…género es más que una categoría, es una construcción social que facilita la diferenciación entre hombre y mujer”
[2] JERUSALEN (Reuters) - El presidente israelí, Moshe Katsav, dimitió un día después de admitir haber cometido abusos sexuales contra empleadas suyas, en un caso que ha llevado a una deshonra sin precedentes al cargo de jefe de Estado israelí. Reporte de Avida Landau en Jerusalén. 28 Junio 2007.
[3]  Psicología psicoanalítica de Jung. Creencia en la existencia del inconsciente colectivo. Sus análisis de miles de sueños y el estudio comparado de las creaciones culturales (mitos, leyendas y religiones) de distintos pueblos, lo hizo postular la existencia de contenidos psíquicos inconscientes comunes a toda la humanidad y que no tienen su origen en la experiencia individual. El fundamento de dichos elementos está en la experiencia de nuestros antepasados, experiencia que en lo fundamental se transmite hereditariamente. Los elementos más importantes que lo componen son los llamados “arquetipos”.
[4] Riane Esiler. Placer Sagrado. Nuevos caminos hacia el empoderamiento y el Amor. Volumen 2. Cuatro vientos Editorial. 1998. Página 121.
[5] Sócrates las ignoraba completamente. Platón no encuentra sitio para ellas en la organización social e, incluso, la considera inferior a los hombres en el aspecto sexual. Aristóteles considera que es “defectuosa e incompleta por naturaleza”. Según Eurípides, es el “peor de los males”. Pitágoras también tiene algo que decir: “La mujer fue creada del principio negativo que generó también el caos y las tinieblas, mientras que el varón surge del principio bueno que generó la luz y el orden”.“Si no fuera por las mujeres –escribe Cicerón- los hombres conversarían con los dioses…”Se la consideraba necesaria para la procreación y las tareas domésticas, pero no se contaba con ella para el gobierno, la organización de la sociedad, etc. Hubo sus excepciones en algunos momentos y en algunas culturas, como lo fueron Cleopatra, la Reina Isabel de Castilla, Juana de Arco... pero excepciones, al fin y al cabo.

[6] Religiones orientales llegaban a negarle la naturaleza humana, atribuyéndole la animal. El culto de Mithra, que señoreó en todo el imperio romano en los comienzos de la difusión del cristianismo, excluía radicalmente a las mujeres.
[7] Boff, Leonardo & Murano, Marie. Femenino y Masculino. Editorial Trotta. 2004. Madrid. España. Páginas 161-163.
[8] Riane Esiler.  El Cadiz y la Espada. Cuatro vientos Editorial. 1987. Página 134. “…jerarquización de Dios sobre el hombre y el hombre sobre la mujer, los niños y la naturaleza, es presentada como orden divino.”
[9] Guevara, Elsa. La masculinidad como posición social: un análisis desde la perspectiva de género. Revista Omnia. “No puede hablarse de masculinidad sino de masculinidades se construyen a partir de la división de clases y las jerarquías sociales” Página 3.
[10]  Líder entre las discípulas y discípulos de Jesús, mencionada en dos de los textos gnósticos coptos: el evangelio de Tomás y el Evangelio de Felipe, en ellos María Magdalena aparece como discípula cercana de Jesús, en una relación tan cercana igual a la de los apóstoles
[11]  Riane Esiler. Placer Sagrado. Nuevos caminos hacia el empoderamiento y el Amor. Volumen 2. Cuatro vientos Editorial. 1998. Página 7.
[12]  http://www.angelfire.com/al/alvaroq/belleza.html. Entrevista: "La Belleza de Pensar" transmitido por ARTV en diciembre de 1995. Conducida Cristián Warnken y su entrevistado es el Dr. Humberto Maturana.
[13] Para Eiler, en su escrito: Placer Sagrado. Página 21, Los cambios en la conciencia permiten a las personas a verse a sí mismas, sus relaciones y el mundo.
[14] Tal y como lo hace Riane Esiler en sus escritos: Placer Sagrado. Nuevos caminos hacia el empoderamiento y el Amor. Volumen 2. Cuatro vientos Editorial. 1998. y El Cadiz y la Espada. Cuatro vientos Editorial. 1987, donde profundiza sobre los acontecimientos y las causas históricas, psicológicas, sociológicas, antropológicas y biológicas para explicar la situación actual de género.
[15] Díaz, Cecilia. Género y Nuevos Pradigmas. Curso de Educación y Equidad de Género. Universidad La Salle. 2007. San José. Costa Rica. Página 5.
[16] En el marco teórico de la evolución biológica, el campo morfogenético, hipótesis de los campos morfogenéticos, o campos mórficos, sería el nombre dado por Rupert Sheldrake a un campo hipotético que explicaría la evolución simultánea de la misma función adaptativa en poblaciones biológicas no contiguas.
[17] Riane Esiler.  El Cádiz y la Espada. Cuatro vientos Editorial. 1987. Página 164. Los valores más femeninos, pacíficos y compasivos se manifestaban en tiempos de paz.
[18]  http://www.angelfire.com/al/alvaroq/belleza.html. Entrevista: "La Belleza de Pensar" transmitido por ARTV en diciembre de 1995. Conducida Cristián Warnken y su entrevistado es el Dr. Humberto Maturana.
[19] Boff, Leonardo & Murano, Marie. Femenino y Masculino. Editorial Trotta. 2004. Madrid. España. Páginas 161-163.
[20] El término "feministas de género" fue acuñado en primer lugar por Christina Hoff Sommers en su libro "Who Stole Feminism?" ("¿Quién se robó el Feminismo?"), con el fin de distinguir el feminismo de ideología radical surgido hacia fines de los 60’s, del anterior movimiento feminista de equidad.

[21] Hawkeswortth, 1977, mencionado por Amorós Celia. Debate Sobre el género. Feminismo y Filosofía. Editorial Síntesis. España. Página 257.
[22] Según el censo del INE (Instituto Nacional de Estadísticas de España) de 2001, de los poco más de 40 millones de habitantes, un total de 33.505.967 son mayores de 18 años (17.262.495 mujeres y 16.243.472 hombres).  Basándonos en los datos del INE presentados por la ministra de Sanidad, Ana Salgado, los españoles que dicen mantener exclusivamente relaciones homosexuales son sólo el 1 por ciento (335.060 personas). Si a este porcentaje se suma el que declara que ha mantenido este tipo de contactos en alguna ocasión (que pueden ser también heterosexuales), se obtiene una cifra del 3 por ciento (1.005.179 personas). En cualquier caso, ambas cifras quedan muy alejadas de los 3 millones de gays sobre los que informa EL PERIÓDICO DE CATALUNYA y de los 4 millones que cita EFE. Se trata de un despropósito que sólo obedece a la intención de intoxicar informativamente exagerando la dimensión del hecho.

[23] La ex ministra de Sanidad francesa, Simone Veil, que introdujo la despenalización del aborto en su país en 1975, reconoce ahora, que la ciencia está demostrando la existencia de vida desde la concepción. “Cada vez es más evidente científicamente que desde la concepción se trata de un ser vivo”, afirma la primera mujer en presidir el Parlamento Europeo de Estrasburgo entre 1979 y 1982.

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